En 1898, catorce años antes de que el Titanic zarpara, el marino estadounidense Morgan Robertson, a raíz de un sueño, escribió una novela llamada Futilidad en la que describía acontecimientos que posteriormente pasarían en la realidad, como que era un viaje inaugural que chocaba contra un iceberg en el Atlántico. Incluso el nombre de su lujoso barco era Titán.
jaja que padre era vidente
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